sábado, 22 de marzo de 2008

Mural por la memoria

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Si bien fue rápida la acción de pintar el muro, se debió no solo a la cantidad de participantes sino a la seguridad que nos dejaron muchas y grandes reuniones donde decidimos cuál sería la imagen final. Hubo muchos bocetos y mucha gente desde el comienzo.

Comenzó todo con una convocatoria del Grupo de Estudiantes Independientes (GEI) de la Facultad de economía. La idea era hacer un mural en memoria de los 14 desaparecidos que hubo en esta casa pública de estudios durante el período del último gobierno militar de nuestro país.

Armamos el proyecto entre todos.
Participaron artistas como Fernando Traverso, Mono Saavedra, Lucas, Ariel,Mariano, Federico Carbone, y muchos chicos más que se engancharon pintando.










Carlos Del Frade cuenta en el acto para comenzar este mural los problemas que tuvimos con los que aún hoy quieren imponernos el olvido.
Nos sentimos mucho mejor despues de que presentamos el boceto ante los familiares de los desaparecidos y nos convencimos de que era el único aval que necesitábamos para adueñarnos de esa pared pública. Pasamos por desagradables acusaciones del consejo directivo de la facultad y trabas burocráticas por parte del decano, sin embargo, después del acto y del apoyo de los familiares y amigos de los chicos desaparecidos, decidimos comenzar el mural.












Otras cosas quedaron en la facultad además de las 14 sillas vacías. La hormiga, una bicicleta siempre ya sin dueño en el bicicletero y una lágrima de sangre por los caídos en Malvinas.







Pero en esta última imagen queda representada la frágil ternura del recuerdo. ¿por qué atacaron y atacan a la memoria?





Documento:
Se cumplen ya 32 años del inicio de la última dictadura militar que desapareció y asesinó a 30.000 personas, y condenó a la cárcel o al exilio a muchas otras. El fin era la imposición de un modelo económico y político que favoreciera a determinados grupos económicos, principalmente a aquellos ligados al capital financiero e internacional.
Estas 30.000 personas eran en su mayoría jóvenes de entre 16 y 30 años de edad, jóvenes como nosotros, muchos de ellos estudiantes y muchos de ellos obreros. No los desaparecieron porque sí, no hubo errores, no hubo casualidades, los desaparecieron por ser ejemplos de solidaridad y de dignidad, ejemplos que amenazaban los privilegios de los dueños del país. Como dicen nuestras queridas Madres: "lucharon por un país para todos, se los llevaron por un país para pocos".

Los resultados del modelo económico impuesto por la dictadura, que en 25 años de democracia sigue esencialmente intacto, están a la vista de todos. Hoy es genocidio la pobreza, la desocupación o el gatillo fácil.

Se llevaron miles de jóvenes, pero no se pudieron llevar sus sueños ni sus ejemplos. La memoria se transforma, con el trabajo cotidiano, en el arma más importante que tienen los pueblos: es escudo y refugio y a la vez es una lanza. A través de la memoria mantenemos vivos los sueños, y a través de los sueños vamos construyendo el mañana, vamos construyendo nuestros propios pasos. Mantener la memoria es pues, un gran desafío para quienes confiamos en un mañana mejor.
El arte comunica al pueblo con el pueblo: sale de las entrañas de los pueblos a través de sus artistas, para volver otra vez a su gente. Arte y memoria llevan juntos toda la historia del hombre en sociedad.

Hoy proponemos recuperar la historia en un muro de la facultad, por ser un lugar en donde deben brotar los sueños de transformar el país, por ser el albergue de miles de jóvenes estudiantes, cómo muchos de los 30.000.
Pensamos que la memoria exige justicia, una justicia verdadera que sólo llegará cuando seamos capaces de construir ese país justo y solidario por el que estos jóvenes dieron sus vidas. Para terminar, traemos a la memoria a un poeta asesinado en junio de 1976, Paco Urondo, quien nos decía "Arderá la memoria, hasta que todo sea como lo soñamos".

Grupo de Estudiantes Independientes


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